domingo, 23 de agosto de 2009

Ensalada de pasta con albahaca y tomates cherry

Prefacio:
Hace unos días mi esposa salió del curso de catalán con rumbo a la casa de su amiga Francia, que debía estar unos días de reposo absoluto. La prohibición de movimiento impidió que Francia pudiera asistir a varias clases de catalán, por lo que Alicia y otra compañera fueron a su casa a ayudarla a preparar el examen final. Ese día, las clases particulares tenían una recompensa especial, invitación a comer.

Francia, es colombiana pero vivió un tiempo en Italia, así que preparó una ensalada de pasta con tomates cherry, albahaca y queso parmesano. Alicia volvió encantada con la receta y en cuanto logramos sumar todos los ingredientes dispusimos este plato en el menú del domingo.

Sencilla, rápida, fresca -para estos días de calor- y sobre todo, como diría el gran filósofo de la salsa made in Venezuela, Oscar D'León: ¡sabroooooooooosa!

Ten a mano:
  • 500 grs. de la pasta corta de tu preferencia
  • 250 grs. de tomates cherry
  • 250 grs de queso parmesano recién rallado (no en polvo, entero y rallado al momento)
  • Un puñado de hojas de albahaca
  • Aceite de oliva
  • Sal/pimienta al gusto
Manos a la obra:
Como se trata de una ensalada fresca, lo primero es cocer la pasta para que tenga tiempo de enfriarse. No creo que hagan falta instrucciones para esto pero en abundante agua hirviendo con sal (sin aceite) cocina la pasta el tiempo necesario, este tiempo de cocción varía de acuerdo al tipo de pasta y al fabricante por lo que yo siempre prefiero probarla. Tritura las hojas de albahaca en un mortero con un poco de sal y ve agregando aceite poco a poco mientras lo mezclas, la idea es emulsionar el aceite y la albahaca. Lava y corta los tomates cherry a la mitad. Mezcla, la pasta, los tomates, el aderezo y el queso en una ensaladera. Salpimentar al gusto y adornar con un poco de queso y una hoja de albahaca.

Variaciones sobre un mismo tema:
A ver, sólo la he hecho una vez así que aún no he tenido tiempo de inventar mucho con ella, pero así, mientras escribo, se me ocurre agregar trozos de queso fresco, puede ser mozzarella, queso fresco de Burgos.

martes, 18 de agosto de 2009

Échale nariz

Cuando era pequeño mi padre se esforzaba por enseñarme a seleccionar frutas, se preocupó por transmitirme todos los trucos que tenía bajo la manga a la hora de escoger una buena pieza de género.

Uno de sus consejos para seleccionar melones (seguimos hablando de frutas, no de pechos) fue olerlo. Hay signos visibles que son inconfundibles al momento de determinar si un melón está maduro pero no es garantía de que su sabor será dulce, para conseguir una pieza de este tipo hay que echar nariz. Si no puedes percibir ningún olor, ese melón tendrá el mismo sabor que el agua, ninguno.

Hace unos días compré unos melocotones y me encontré con el mismo problema que tienen los melones que no desprenden olor, no sabían a nada. Así que decidí empezar a oler también los melocotones al momento de seleccionarlos, no me ha ido mal, por lo que creo que empezaré a utilizar esta técnica para otras frutas. Seguro que la nariz no será una buena herramienta para seleccionar todas las frutas, si vas a escoger cerezas te vas a pasar la vida en la frutería y en frutas con una corteza muy gruesa (mis amigos venezolanos dirán: porqué no dijo concha, y en ese mismo momento mis amigos argentinos y chilenos se estarán riendo y comprenderán porqué no quería usar esa palabra) los olores de la pulpa difícilmente se puedan percibir.

Bueno, espero que les sea útil, y como dicen por este lado del charco, ¡Que aproveche!

sábado, 15 de agosto de 2009

Crepes de queso brie

Prefacio:
Después de una sesión de lectura de los blogs que sigo me toca darle un cariñito al mío. En estos días se me ocurrió la idea de compartir con mis seguidores del Twitter (ya que se supone que es una herramienta de microbloging) los platos que cocino cada día para el almuerzo, el desayuno o la cena, y en una de estas microentradas prometí la receta de las crepes, que esta semana preparé para desayunar rellenas de queso brie.

Así que, aunque estoy en plena producción de la tercera entrega de "La saga que acabará con el aburrimiento del pollo a la plancha", les dejo hoy la receta para preparar las crepes rellenas de queso brie.

Las crepes son una de esas recetas que a la gente le da miedo, ¡noooooooo! eso es complicadísimo, cocina francesa, ni hablar, yo con mi pollito a la plancha y mis ensaladas (hasta cuando el pollo a la plancha, ¡aburridos!) Pero cuando te enteras de qué va te das cuenta que es más fácil que hacer arepas, lo siento la referencia es válida sólo para venezolanos, colombianos y extranjeros que han hecho arepas.

En fin, lo más importante que se van a llevar hoy de este post es la receta de las crepes, luego ya las rellenarán de lo que les provoque.

¡Manos a las ollas!

Ten a mano:

Para las crepes:
  • 3/4 de taza de harina de trigo
  • 1 taza de leche
  • 1 huevo
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de azúcar
  • 1/2 cucharada de mantequilla derretida, se puede sustituir por aceite de girasol (tampoco forma parte de la receta original, pero tengo la idea de que la grasa le aporta suavidad)
  • 1/2 cucharadita de vainilla (este es un toque personal, la receta "original" no lo lleva)
Para el relleno:
  • 300 grs de Queso brie
Manos a la obra:
Ya verán qué cuando les dije que era fácil, no mentía. En un bowl mezclamos el huevo, la sal, el azúcar, la vainilla, la mantequilla derretida y la mitad de la leche con un batidor de mano (créanme, es mucho más sencillo y luego hay menos cosas que lavar y guardar), inmediatamente después se va incorporando la harina hasta obtener una mezcla homogénea.

Calienta una sartén, preferiblemente de teflón, y vierte un cucharón de la mezcla, mueve la sartén para que la mezcla se distribuya de forma pareja. Cuando la parte de arriba de la crepe se seque, dale vuelta. Mientras se cocina el lado B de tu crepe agrega el queso brie en la parte que ya está cocinada para que se derrita mientras se completa la cocción. Es típico doblarla en forma de triángulo aunque yo prefiero enrollarla, manías mías ¡Listísimo!

Variaciones sobre un mismo tema:
No les voy a pasar muchas variaciones porque luego no me quedan recetas para otro día, como estamos en plan desayuno, puedes agregar jamón cocido de pavo, tocineta (bacon para los españoles) cambiar el queso por uno que te guste más o te salga más barato.

También las puedes hacer sin rellenar, las sirves en un plato junto a mermeladas de varios sabores para que los comensales las coman con la que más les guste.

jueves, 6 de agosto de 2009

Opciones para disfrazar el pollo a la plancha II: Pollo Elemental

Prefacio:
Tras unos días "unplugged" por motivos de mudanza, retomo la cruzada por acabar con el aburrimiento del pollo a la plancha. Sé que hay batallas más importantes que librar pero yo prefiero las pequeñas, las cotidianas.

El nombre de la receta nace de uno de esos juegos de palabras que apenas logra derivar en un chiste malo, de esos que tanto me gustan y caracterizan. En esta ocasión vamos a ocultar el pollo a la plancha debajo de un sofrito de verduras gratinado con queso Emmental. Pollo + El queso Emmental = pollo Elemental (La palabra queso y la segunda m de Emmental lasquito por capricho, no hay razones matemáticas).

Ya está explicado el chiste malo, ahora toca poner empeño en aquello que nos trae aquí, cocinar.

Ten a mano:
  • 2 filetes de pechuga de pollo
  • 1/2 calabacín
  • 1/4 berenjena
  • 1/2 pimiento rojo
  • 1/2 cebolla
  • 1 tomate pelado
  • 150 grs. de queso emmental rallado
Manos a la obra:
Se pican todas las hortalizas en cubos pequeños y se sofríen, se sazonan y se resrvan. Luego, lo de siempre, cocinar a la plancha los filetes de pechuga de pollo previamente sazonados. Poco antes de que estén listos, se cubre cada filete con el sofrito y luego se cubre el sofrito con el queso emmental rallado. Si se dejan un rato a fuego lento no hace falta meterlo al horno, el queso se derretirá y estarán listos para servir.

Variaciones sobre un mismo tema:
Cambia las hortalizas por las de tu preferencia, también puedes cambiar el sofrito de hortalizas por uno de cebollas y espinacas en mantequilla. Por su puesto, se vale cambiar el queso, está de más decirlo, por uno que se derrita ;D.
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