miércoles, 1 de julio de 2009

Pizza de hortalizas

Prefacio:
La probamos hace unos días en un pequeño local del barrio barcelonés de Gracia, luego de ir a ver un pisito (literalmente pisito) en la calle Ramón y Cajal.

Como siempre, Alicia y yo hicimos un pedido cruzado, es decir, pedimos platos distintos y luego compartimos, así probamos más cosas. Ali se pidió una pizza de vegetales de segundo y yo unas albóndigas con salsa de pimienta verde. Pero el plato que centra nuestro interés hoy es la selección de Alicia: masa delgada (crujiente en los bordes y suave en el centro), salsa de tomate, mucho queso y unas delgadas láminas de calabacines, zanahorias, cebollas y berenjenas.

Ya la reproduje en casa y aunque las pizzas son siempre un éxito seguro cuando cocino para mi familia, esta combinación de ingredientes rompió récords de taquilla.

Bueno, en fin, aquí van los detalles de la preparación, que pa'luego es tarde.

Ten a mano:
Para la masa
  • 1 taza de harina de trigo
  • 1/2 taza de agua
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de aceite de oliva
Para la salsa
  • 1/2 cebolla rallada (sí, rallada, vas a llorar mucho pero el sabor vale la pena)
  • 1/2 lata de tomates enteros o de tomate picado
  • 1 diente de ajo picado
  • Orégano o albahaca
  • Sal y pimienta
Para la cobertura
  • 1/2 cebolla cortada en finas ruedas (Fino es como dos o tres milímetros)
  • 1/2 tomates cortado en finas ruedas
  • 5 ruedas finas de calabacín
  • 5 ruedas finas de berenjena
  • 1/2 zanahoria cortada en finas ruedas
  • 5 ruedas finas de pimiento rojo
  • 300 gramos de mozzarella rallada
Manos a la obra:
En un bowl, cuenco o tazón coloca la harina, agrégale sal y forma un pequeño volcán, coloca dentro el aceite y el agua, mezcla hasta que la masa se despegue de tus manos con facilidad, agrega más harina si es necesario (de hecho, será necesario). Deja reposar la masa tapada con un paño limpio.

Mientras preparamos la salsa, en aceite de oliva se sofríe el ajo picado, cuando empiecen a dorarse, se agrega la cebolla rallada (cuidado que va a salpicar aceite), cuando la cebolla empiece a tomar color se agrega el tomate triturado. Si las hierbas son frescas se agregan al final de la cocción, si son secas se agregan junto al tomate. Sal al gusto. Si queda muy ácida se puede agregar un toque de azúcar (un toque es 1/4 de cucharadita).

Ahora toca estirar la masa y armar la pizza, como yo no tengo la habilidad de los pizzeros italianos que estiran la masa con las manos, me valgo de un rodillo. Se engrasa un molde, se coloca la masa, se cubre con la salsa, luego el queso (yo particularmente le agrego unos 50 grs. de queso emmental rallado) y los vegetales de último haciendo un dibujo agradable. Un poco de sal para las hortalizas y un chorrito de aceite de oliva. Al horno ¡a toda máquina!

Variaciones sobre un mismo tema:
Cuando estaba armando la pizza este mediodía me dije: ¡Lo bien que le hubiera quedado un poco de tocineta (bacon para los ibéricos)! Además de eso, lo que queráis, al fin y al cabo la pizza debe ser uno de los platos más personalizados y personalizables de la historia de la restauración.

No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails