Cree mi señora que esta receta fue una creación de su mamá, pues no la ha visto en otro hogar mexicano que no haya sido el suyo. Tampoco yo logré conseguir registro en internet de una receta similar, ni hemos tropezado con ella en ningún menú, seguramente fue un chispazo de ingenio de mi suegra, de esos que nacen cuando hay prisa y pocos ingredientes a la mano.
Es un caldo refrescante, gracias al aporte del cilantro y el chile serrano, que viene bien cuando provoca una sopita pero las altas temperaturas no acompañan el antojo. Un toque de limón, potencia la frescura y completa su mexicanidad.
En casa es una constante en el menú semanal, les gusta a todos, es una opción muy saludable y que a mi amore le toca el corazón con el calor que transmiten las recetas de mamá.
Ten a mano:
- 1 litro de Caldo de pollo (Puedes usar caldo hecho en casa o, en emergencias, caldo del que venden en el super ya listo)
- 1/2 cebolla picada en cubos
- 2 jitomates picados en cubos
- 1 o 2 Aguacates picados en cubos
- Cilantro picado (al gusto, yo le pongo bastante)
- 1 Chile serrano
- 4 rebanadas de pechuga de pavo picadas en cuadros
- Limón al gusto
Manos a la obra:
Una vez picados todos los ingredientes, coloca una porción en cada plato, las cantidades son para cuatro personas. Calienta el caldo y viértelo sobre los ingredientes al momento justo de servir. Agrega limón al gusto y buen provecho.
Variaciones sobre un mismo tema:
Si no te gusta el chile lo puedes obviar, prueba cambiarlo por morrón (pimiento / pimentón) y si estás en Venezuela, prueba ponerle ají dulce (una especie de chile que no pica)
Si por el contrario te gusta que pique, puedes cambiar de chile por uno de mayor potencia. Si estás fuera de México y se te complica conseguir chile fresco, por ejemplo en España, puedes sustituir por guindillas.
Si tienes una reunión importante o una cita después de comer, puedes obviar la cebolla 😅